¿Existe el chocolate agridulce?

Críticos y pifias de nuestro viaje a Suiza.

¡Feliz viernes, tiradados!

Efectivamente, acerté en el correo anterior.

No fueron días calmados.

De hecho, no fueron días fáciles.

Pero tampoco diré que no fueron días felices.

También, he pensado mucho en el chocolate agridulce estos días.

Abajo te cuento por qué.

SIM la menor idea de eventos internacionales

La semana pasada estuve en la Fantasy Basel.

Un evento enorme de fantasía en Basilea.

Allí me he dado cuenta de lo que soy realmente.

¿Una artista y artesana espectacular? Sí, bueno, eso también 💁✨

Pero también otra cosa.

Una novata.

Novata en los eventos, y súper novata en los eventos internacionales.

¿Por qué?

El primer día de evento en Suiza.

Empieza a entrar la gente.

Estoy nerviosa esperando a hacer mi primera venta (es el momento más tenso de un evento, romper esa primera racha de “no ventas”).

No se percibe ni un ápice de estrés en esta foto.

Por fin, alguien se acerca.

Le enamora mi pantalla de los dragones. ¡Genial!

Me pide pagar con tarjeta.

Orgullosa e ilusionada, introduzco el importe en el terminal y entonces…

¡Oh, no!

¡Horror!

¿Cómo se me ha podido pasar?

Los pagos con tarjeta necesitan internet para funcionar.

¡Y no tengo internet en Suiza!

Así que esa venta…

Como dicen allí, Kaputt.

Saúl salió corriendo del recinto a una tienda de telefonía, para comprar una tarjeta SIM.

Estaba cerrada.

¿La de la otra esquina?

Cerrada.

¿Y la de tres paradas de tranvía más allá?

Cerrada también.

¿Qué estaba pasando?

Era festivo en Suiza.

Así de novata soy.

Al final, por supuesto, lo solucionamos.

Gracias al efectivo (y a pagar unos paquetes de datos).

Dioses de los Eventos, nos arrepentimos de nuestros pecados. No volverá a repetirse.

Fantasía en Basilea

Vale, este título no es muy original.

Pero es que si no…

¿Cómo describirías esta foto?

Torre de San Albán, en Basilea

Una persona en el evento me preguntó si iba a ir ver la ciudad.

Le respondí que no sabía si encontraría tiempo.

Y me dijo lo siguiente:

El tiempo no se encuentra, sino que se toma.

Desconocido de la Fantasy Basel

Durante un momento pensé que había venido a visitarme el mismísimo Gandalf.

Así que eso hice: No esperé a encontrar tiempo para conocer la ciudad. Lo tomé yo misma.

Significó dejar de lado otros planes y quehaceres, pero es importante, especialmente en periodos de tanta intensidad y desgaste, tomar algo de tiempo para disfrutar.

¡Al día siguiente, las energías estaban renovadas!

Y para los viajeros: Sí, recomiendo la visita a Basilea. Su casco antiguo es espectacular. Eso sí, prepara el bolsillo para los precios suizos.

Bueno, ¿pero el evento qué?

Tienes razón. Al final no te he contado nada sobre el evento.

Lo cierto es que…

Apenas pude salir del puesto.

Y Saúl se perdió la charla sobre diseño de mazmorras.

Tarjeta SIM, documentos de aduanas, falta de cambio…

Todas estas pequeñas gestiones, que en España nunca nos habían ocurrido, nos fueron desgastando y apenas tuvimos energías para explorar el evento.

Por suerte, Saúl se pudo dar una vuelta el sábado por la mañana.

Volvió entusiasmado.

Él antes se dedicaba a organizar convenciones. Por ejemplo, fue uno de los fundadores de la CometCon.

Ver un evento tan grande y variado le ha impresionado mucho, tanto a nivel de público como profesional. Un mercado medieval, una zona estilo Mad Max, esculturas locas de monstruos de películas…

Volveremos a este pequeño parque de atracciones.

A Saúl le encantan los bichos malrolleros y éste le enamoró.

Estrenando cuadernos

¡Estoy muy contenta porque los cuadernos han gustado un montón!

Eso sí, hemos recogido feedback y aprendido un montón de cosas.

De momento, solo te diremos que su versión definitiva no tendrá grapas.

Ahora nos vamos a descansar. Ha habido mucha dulzura y amargor estos últimos días.

Pero ese contraste es lo que le da al chocolate agridulce un sabor tan intenso.

Porque sí, existe.

¡Propicias quests y mejores tiradas!

🦉 Irene la Maga

🦃 Saúl el Bardo

P.D: ¿Cuál es tu convención favorita? Cuéntanoslo.