¡Feliz viernes, explorador!

Si lo recuerdas, la semana pasada hablamos de la herramienta imprescindible y mas desarrollada de los jugadores de rol.

La imaginación.

Por eso estoy haciendo un pequeño concurso alrededor de ella.

Pero eso te lo cuento luego.

Ahora quiero hablarte de algo distinto…

¿Qué imagina Irene?

Hoy te voy a abrir un poco mi corazón.

Tengo miedo a que quede un poco cursi, pero me gusta llevar la honestidad por bandera.

Cuando estaba creando mi primera pantalla con cuatro cartones y cinta de carrocero porque no tenía un duro, solo tenía una cosa en la mente.

¿Cuál?

Quiero que mi mesa parezca un lugar de fantasía.

Y créeme, cuatro cartones y cinta de carrocero no se sienten muy fantásticos.

Mis primeros dados, llenos de agujeros y burbujas, tampoco.

Sin embargo, creo que lo conseguí en parte.

Te cuento cómo.

La magia intrínseca a la mesa

En aquella partida, cuando Irene la Maga solo era Irene Cabrejas, unos amigos habían venido a visitarme. Hacía más de un año que no nos veíamos.

Es la gente que me inició en el rol. Y la primera vez que yo era su máster.

Estaba ilusionada, pero también sentía mucha presión.

Cuando por fin nos sentamos a jugar, abrí aquel prototipo de pantalla con algo de vergüenza.

Habíamos jugado en lugares increíbles.

Me daba miedo no estar a la altura.

Sin embargo, no hay nada como esa confianza que se genera cuando has creado historias con tus amigos.

Fue mirarles a los ojos y todo cambió.

Ya no estábamos juntos alrededor de una mesa.

Estábamos aproximándonos a la quilla de un barco abandonado. Un barco que a uno de ellos le empezaba a resultar demasiado familiar…

¡Pero esa es una historia para otro día!

Lo importante es que nuestra mesa se sintió como un mundo de fantasía.

Fue mágico.

La magia es solo una parte de la fantasía

Sin embargo, faltaba algo.

Y no solo por aquel prototipo de pantalla que estaba a medio cocer.

Hubo que hacer muchos parones en la partida.

Ya sabes:

“Ay, pásame el manual que no me acuerdo si podía usar el hechizo o no.”

“¿Qué efectos tiene exactamente el estado ‘tumbado’?”

“Creo que no me gasté el espacio de conjuro en el turno anterior.”

Como máster, ni una pantalla kilométrica podría haberme ayudado con todo eso.

Estos momentos, aunque son naturales en la partida, rompen la fantasía.

Y a veces, especialmente cuando se está muy dentro de ella, el impacto al salirte es tan fuerte que cuesta volver a conectar.

Ese sueño que tenía para mí, ahora quiero extenderlo a ti.

Que tu mesa de rol se sienta como un lugar de fantasía. Para eso no basta solo con crear productos bonitos. Tengo que crear herramientas útiles.

Tu imaginación tiene recompensa

Imaginar cómo mantener la fantasía más tiempo en las partidas me ha llevado a crear mis pantallas con enganches magnéticos o la Edición 0 del Diario de Campaña.

Es lo que me ha hecho crear historias con mis amigos. Pero también es lo que hizo que Irene Cabrejas se convirtiera en Irene la Maga.

Sin esa dedicación a la imaginación, tú no me estarías leyendo ahora.

Así que quiero premiar la tuya.

¿Qué elemento te ayudaría a mantener la fantasía en tu mesa de rol?

Contéstame a este mail con tu respuesta antes de las 23:59 del 27 de junio.

La respuesta más original se llevará un regalo físico.

Uno de verdad que te enviaremos por correo.

¿Cuál es el regalo?

Te lo diré la semana que viene. Pero te daré una pista.

Se ha mencionado en este correo.

Espero leer tu respuesta.

Prometo contestarla. La tuya y la de todo el mundo que me responda al correo.

¡Propicias quests y mejores tiradas!

🦉 Irene Cabrejas La Maga

🦃 Saúl el Bardo

P.D. Hoy no hay imágenes. Para que pongas a trabajar esa imaginación.

P.P.D. No es solo un regalo físico. También es un regalo único.